La nueva Estrategia Forestal de la EU: una gran oportunidad para la populicultura

Equipo ProPopulus

El primer trimestre de 2021 será decisivo para el futuro de los bosques europeos. Se espera que la Comisión Europea presente, al final del trimestre, la Nueva Estrategia Forestal de la UE, una iniciativa no legislativa. La Estrategia Forestal forma parte del conjunto de acciones incluidas en el Pacto Verde de la UE, presentado en diciembre de 2019 como la hoja de ruta para convertir a Europa en el primer continente neutro en carbono en 2050.

Según la Comisión Europea, la iniciativa de la próxima Estrategia Forestal “se basará en su estrategia de biodiversidad, cubrirá todo el ciclo forestal y promoverá los numerosos servicios que proporcionan los bosques. La estrategia tendrá como objetivo garantizar bosques saludables y resilientes que contribuyan a la biodiversidad, los objetivos climáticos y los medios de vida seguros, y que respalden una bioeconomía circular. Se centrará en la protección, restauración y gestión sostenible de los bosques de la UE, y en los bosques del mundo donde aún no están cubiertos”.

Además, la nueva Estrategia Forestal será una referencia clave para los bosques de la UE y el sector forestal para garantizar su contribución a los objetivos de la UE establecidos en el documento del Pacto Verde (GD) de convertirse en “una sociedad justa y próspera, con un moderno uso eficiente de los recursos y economía competitiva” donde el crecimiento económico “está desvinculado del uso de recursos”.

Este es un contexto excepcional para los bosques de plantaciones de chopos, ya que ofrecen una gran oportunidad para ayudar a abordar los desafíos que plantea el cambio climático y pueden contribuir sustancialmente a los objetivos del Pacto Verde. Debido a la versatilidad del chopo, que permite muchas opciones de transformación industrial, su capacidad de secuestro de CO2 y su ciclo de rotación corto, los bosques de plantaciones de chopo gestionados de manera sostenible pueden ayudar a satisfacer la creciente demanda del mercado de madera eliminando el estrés de los bosques naturales.

Paradójicamente, la populicultura carece de una regulación unificada común a todos los países de la UE. En Italia, por ejemplo, se considera agricultura, mientras que en Francia se considera forestal. Estas inconsistencias “traen consigo muchas dificultades a los cultivadores, productores y toda la cadena de valor del chopo”, como dijo el ex presidente de ProPopulus, Pedro Garnica.

Visión general de la situación del chopo en Europa

El estudio del Instituto Forestal Europeo «Los bosques de plantación en Europa: desafíos y oportunidades», publicado en enero de 2019, ofrece una breve descripción de la situación de las plantaciones de chopo en Italia: «Los chopos se cultivan en plantaciones forestales de rotación corta, que son frecuentes en las llanuras aluviales y zonas agrícolas del valle del Po (norte de Italia). Actualmente, estas plantaciones cubren aproximadamente 46.000 ha distribuidas en unas 10.000 fincas, con un área promedio de 4,6 ha por finca. A pesar de su pequeño tamaño predominante, las plantaciones de chopo proporcionan madera valiosa para la industria de contrachapado, así como madera para la industria del papel y el cartón. Las plantaciones de chopo se establecen con clones híbridos seleccionados que alcanzan un Incremento Anual Medio de 17-20 m3/ha, con un máximo de unos 30 m3/ha, en ciclos de 10-12 años. Plantones de chopo de uno o dos años con una altura de 3 a 6 m y sin sistema de raíces se plantan en suelo arado, rastrillado y fertilizado a una densidad de 280-330 árboles por ha”. Dado que en Italia el cultivo del chopo se considera agricultura, “normalmente son rentables para los agricultores”, afirma el estudio, que señala que “el nivel de rentabilidad depende en gran medida del precio de mercado de la madera de chopo, que ha estado sujeto a variaciones considerables a lo largo de los años”.

En otros países, como Francia y los Países Bajos, a pesar de que la populicultura no se considera una práctica agrícola, “el chopo está ganando popularidad nuevamente, gracias en parte a la investigación sobre el chopo como fuente de madera y su valor en términos de biodiversidad”, según la reciente publicación “Peuplier, Environnement & Climat” de Forêt pro Bos. Además, el uso de chopo en la industria francesa de tablero contrachapado ha aumentado en un 40% en los últimos cinco años y hoy la populicultura crea 12.000 puestos de trabajo directos no reubicables e igual número de puestos de trabajo indirectos en las zonas rurales francesas, fortaleciendo la actividad económica en varios niveles, como afirma el Counseil National du Peuplier francés (organismo interprofesional que representa todos los eslabones del sector del chopo) en un folleto recientemente publicado titulado “Le peuplier, un atout irremplaçable”. Todo esto ha ayudado al sector de la populicultura, los responsables políticos y las autoridades locales, como el Ministerio de Agricultura y Alimentación de Francia, a fomentar la replantación de chopos.

En España, donde las plantaciones de chopo se ubican principalmente en la región de Castilla y León (65%) y en la cuenca del Ebro (20%), la importancia del cultivo del chopo en la construcción de una bioeconomía, su potencial de generación de empleo rural, sus ventajas medioambientales y su eficiencia en términos de sostenibilidad se debatieron en el seminario forestal “El Chopo”, celebrado en octubre de 2020 en Pamplona (Navarra, España). Algunos de los asistentes concluyeron que “son tiempos favorables para la populicultura”, y en palabras de la gerente de COSE, Patricia Gómez Agrela, “tenemos un suelo y un clima propicios para plantar chopos. 350M €/año y 11.000 puestos de trabajo, con una industria local sostenible que demanda madera de chopo, justifican un esfuerzo. Los forestales no son meros productores de chopos, son gestores de la biodiversidad, la bioeconomía y el bienestar social”.

Lo que queda por delante

Según el estudio de EFI ya citado, “se espera que la demanda de madera de chopo de origen nacional aumente en el futuro, debido a la reducción de las importaciones y los posibles usos novedosos de esta materia prima en la bioeconomía (es decir, la industria de los biocombustibles).»

La próxima Estrategia Forestal de la UE presenta una gran oportunidad para unificar criterios sobre si las plantaciones de chopos se consideran agrícolas o forestales, eliminando así inconsistencias, facilitando las cosas a los productores e impulsando la populicultura como medio para ayudar a lograr los objetivos del Pacto Verde.

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