Equipo ProPopulus
El 20 de mayo, el mismo día en que la Comisión Europea (CE) lanzaba su nueva Estrategia de Biodiversidad y una Estrategia “de la granja a la mesa” para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente, el Instituto Forestal Europeo organizaba su primer seminario web Think Forest. Un evento, en el que el 88% de los 125 participantes coincidieron de manera abrumadora en que el Green Deal europeo necesitaba una actualización para incluir la bioeconomía forestal.
Dos días antes, el 18 de mayo, la Confederación de Propietarios de Bosques Europeos (CEPF) se unía al llamado del Ecosistema Forestal Europeo para firmar conjuntamente una propuesta pidiendo a la Comisión Europea que otorgue un espacio dedicado y un reconocimiento a las industrias basadas en los bosques, en el próximo Plan Europeo de Recuperación de la UE y en la Nueva Estrategia Industrial para Europa.
El nuevo plan para la biodiversidad elaborado por la CE incluye la plantación de 3.000 millones de árboles adicionales, la expansión de la agricultura orgánica y multas cuando no se cumpla con los objetivos para restaurar la naturaleza. El vicepresidente de la CE para el Green Deal, Frans Timmermans, vinculó el plan directamente con evitar futuras pandemias como la del COVID-19: “La estrategia de biodiversidad es esencial para aumentar nuestra capacidad de recuperación y prevenir la aparición y propagación de enfermedades futuras como las zoonosis. Porque al destruir la naturaleza a un ritmo sin precedentes, y ahora con alrededor de 1 millón de especies en peligro de extinción en solo décadas, literalmente amenazamos nuestra propia vida, nuestra salud y nuestro bienestar”, dijo en una conferencia de prensa.

En un artículo publicado en la web oficial de la Comisión Europea, se afirma que la estrategia de biodiversidad “es un elemento central del plan de recuperación de la UE, crucial para prevenir y desarrollar la resistencia a brotes futuros y proporcionar oportunidades comerciales y de inversión inmediatas para restaurar la economía de la UE”. El mismo artículo, que revisa las nuevas estrategias de biodiversidad y de la granja a la mesa, dice que “los agricultores, pescadores y productores de acuicultura europeos son clave en la transición hacia un sistema alimentario más equitativo y sostenible y que recibirán apoyo de la Política Agrícola Común y la Política Pesquera Común a través de nuevas fuentes de financiación y esquemas ecológicos para adoptar prácticas sostenibles”, sin hacer referencia al ecosistema industrial basado en los bosques o a la bioeconomía forestal.
Todo esto revela que la bioeconomía forestal es un eslabón perdido importante en el Green Deal. Los oradores y panelistas en el seminario web de EFI acordaron que Green Deal europeo “es bienvenido y necesario, pero necesita actualizarse para ser aún más fuerte, especialmente a la luz de la necesidad de recuperación de la depresión económica causada por COVID-19”.
En Europa, la industria forestal representa más de 420.000 empresas, 3,5 millones de empleados directos y genera una facturación anual de 520.000 millones de euros, (el 3% del PIB de la UE), según CEPF.