Equipo ProPopulus
El proyecto ‘Chopo Activo’, de los arquitectos Ignacio de Teresa, Lucía de Molina, Xianjun Zhou e Ignacio Hornillos, y avalado por LIFE Wood for Future, ha recibido una mención en el concurso para el diseño del pabellón temporal del Festival de Arquitectura Urbana TAC!.
TAC! es un nuevo festival de arquitectura urbana que pretende convertir cada año a una ciudad española en un espacio para la innovación y la experimentación.
Implicará la construcción de un pabellón temporal de cuya realización se encargarán jóvenes arquitectos elegidos en una convocatoria abierta.
El concurso es una iniciativa del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), en colaboración con la Fundación Arquia. En su primera edición recibió casi un centenar de propuestas de todo el mundo.
El proyecto ganador, ‘Aire’ del estudio madrileño P + S, se construirá en la Plaza del Humilladero el próximo otoño, con motivo de la primera edición del festival en Granada, del 14 de octubre al 14 de noviembre.
Otros dos proyectos fueron premiados como finalistas y cuatro recibieron menciones “por su calidad arquitectónica, así como por su integridad y coherencia constructivas”, según el jurado.
Una visión contemporánea de un espacio tradicional
‘Chopo Activo’ es un proyecto ofrece una visión innovadora de los tradicionales secaderos de tabaco de la Vega de Granada.

La propuesta plantea construir una estructura de troncos de chopo, utilizando los elementos de menor valor procedentes de la tala de las choperas de Granada. Esta es una práctica tradicional en la construcción de los secaderos de tabaco de la Vega, según explica Ignacio de Teresa:
“Nos parecía muy sugerente meter en el centro de la ciudad una estructura del campo, sencilla y barata, que acumula un saber construir de muchos años, y llenarla de contemporaneidad y tecnología para que la ciudad proponga usos en ella”.
El arquitecto recuerda que, frente a la presión urbana, este patrimonio arquitectónico industrial es una pieza clave para reactivar la Vega.
Con un marco entre troncos similar al de las choperas, el pabellón ‘Chopo Activo’ se estructura en módulos de 4 x 4 metros. Al igual que los secaderos tradicionales, carece de cimentación, por lo que una vez que se desmonta no quedan residuos.
Además, gracias a los conocimientos tecnológicos actuales, el uso de pletinas metálicas permitiría desensamblar el pabellón y volver a ensamblarlo en otro lugar. Mediante el empleo de cables, mallas y red eléctrica, el resultado es una estructura polivalente, con espacio para juegos y columpios, zonas de descanso y exposiciones colgantes.
LIFE Wood for Future
En Granada, el chopo se ha utilizado en la construcción al menos desde la época de Al Ándalus (entre los años 711 y 1492 D.C.). Sin embargo, el uso del chopo como madera estructural declinó en la segunda mitad del siglo XX, cuando fue sustituida por ladrillos y hormigón en los secaderos y las construcciones rurales, mientras los andamios se empezaron a fabricar con metal.
Desde entonces, su principal destino ha sido la elaboración de cajas y envases para la industria hortofrutícola.
El proyecto LIFE Wood for Future (Madera para el Futuro) pretende ser el motor de una ‘segunda revolución del chopo’ en Granada, contribuyendo a la mejora de la biodiversidad y el secuestro de carbono, e impulsando la economía local gracias a la creciente demanda de madera para la construcción sostenible en todo el mundo.
Para ello, en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Edificación de la UGR y la Plataforma de Ingeniería de la Madera (Pemade) de la Universidad de Santiago de Compostela se están desarrollando dos productos innovadores: las vigas laminadas mixtas de chopo y pino y los prefabricados mixtos de madera y hormigón.
“Las choperas tienen una elevada capacidad de captación de carbono de la atmósfera, hasta 30 toneladas por hectárea y año, y aportan otros múltiples beneficios ambientales: actúan de filtros verdes que limpian el agua que llega a los acuíferos, moderan las avenidas de los ríos y protegen de la erosión, refrescan el ambiente, conservan el suelo, mejoran la calidad del aire y son hábitat para muchas especies de fauna”, recuerda Antolino Gallego, catedrático de la UGR y coordinador de LIFE Wood for Future.
En este proyecto también participan la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España, la Diputación de Granada, la Universidad de Santiago de Compostela y la spinoff 3edata. Para más información sobre el proyecto se puede contactar vía correo electrónico con lifewoodforfuture@ugr.es