ProPopulus Team
El chopo, conocido como el árbol del pueblo, ha sido apreciado por su rápido crecimiento, adaptabilidad a diferentes condiciones ambientales y valiosas características tecnológicas de la madera en Italia.
A lo largo de los siglos, este árbol ha experimentado altibajos, pero fue a principios del siglo XX cuando se convirtió en objeto de intensas actividades de mejora genética. Los populicultores italianos han realizado una cuidadosa selección de progenitores para obtener cultivares cada vez más eficientes, lo que ha dado lugar a una extensión significativa del cultivo de chopos en el país.
En la actualidad, en Italia se cultivan alrededor de 45.00 y 50.000 hectáreas de chopos, principalmente en la llanura del río Po, en terrenos agrícolas. La madera producida se destina a diversos usos industriales y energéticos, con una demanda predominante en la producción de paneles contrachapados para el sector del mueble, así como en interiores de trenes, caravanas y embarcaciones.
Los mejores ejemplares se destinan a este sector. Otros usos incluyen la fabricación de envases como cajas para vegetales, frutas y queso, así como la producción de pallets, paneles de madera y astillas para bioenergía. Además, existe un creciente interés en el uso de componentes tecnológicamente mejorados en la construcción sostenible, como vigas laminares y paneles aislantes y fonoabsorbentes.
El chopo (Populus spp.) se ha desarrollado naturalmente en diversas especies en las zonas templadas del hemisferio norte, desde América hasta China, pero su cultivo se ha extendido a otras áreas del hemisferio sur, especialmente en Argentina. Los cultivares seleccionados de chopo han demostrado su eficiencia en términos de crecimiento y adaptabilidad, proporcionando cantidades de madera comparables a las producidas en mucho más tiempo por otras especies maderables como roble, castaño y nogal.
Cultivo sostenible del chopo
En los últimos años, el cultivo de chopo ha experimentado un cambio en la tendencia debido a la mayor demanda nacional e internacional de madera. Esto ha llevado a un aumento en los precios y ha revertido la disminución en las áreas de cultivo, haciéndolo competitivo y atractivo nuevamente para los agricultores.
Además, se han desarrollado sistemas de cultivo cada vez más sostenibles gracias a intensas actividades de investigación y experimentación. Estos sistemas se basan en el uso de cultivares resistentes a enfermedades y plagas, así como en prácticas y modelos de cultivo respetuosos con el medio ambiente.
Estas mejoras han destacado la importancia ambiental del cultivo de chopo en comparación con los cultivos agrícolas anuales de alta intensidad. El chopo no solo absorbe y almacena grandes cantidades de dióxido de carbono en su madera, sino que también contribuye a la fitorremediación de aguas contaminadas, protege el suelo y previene la inestabilidad hidrogeológica, promoviendo la biodiversidad y mejorando el paisaje.
Avances en la mejora de cultivares de chopo
En Italia, durante muchos años, el cultivar de chopo más cultivado ha sido el llamado ‘I-214’, seleccionado en 1929 por Giovanni Jacometti. Aunque eficiente en términos de crecimiento y adaptabilidad, este cultivar requería intervenciones para el control de enfermedades y plagas.
Sin embargo, en las últimas tres décadas, se han realizado avances significativos en el sector gracias a la mejora genética. Estos avances han permitido desarrollar nuevos cultivares de chopo más productivos y resistentes a enfermedades fúngicas y plagas, como el pulgón lanígero, sin recurrir a la manipulación genética no autorizada.
Los cultivares mejorados aprovechan las características genéticas presentes en las diferentes especies de chopo y permiten un cultivo más sostenible, con un menor uso de tratamientos químicos. Además, facilitan la adopción de protocolos de certificación forestal, como el Forest Stewardship Council (FSC) y el Program for Endorsement of Forest Certification (PEFC), demostrando que la madera se ha obtenido de manera más respetuosa con el medio ambiente.
Gracias a los avances en la mejora genética y a los sistemas de cultivo sostenibles, se ha logrado un equilibrio entre la productividad y el respeto al medio ambiente. El cultivo de chopos no solo ofrece beneficios económicos, sino que también contribuye a la protección del medio ambiente, la conservación de la biodiversidad y la mejora del paisaje. Con el enfoque continuo en la investigación y la innovación, el cultivo de chopos en Italia promete seguir evolucionando y ofreciendo soluciones sostenibles para el futuro.